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Vivienda

'Sin un milagro, no tengo posibilidades de reconstruir mi cuartico': otra familia cubana se queda sin techo

Después de más de 35 años de construida, la pequeña vivienda de la activista Bárbara Farrat se desploma y la familia se debate entre alimentarse o invertir en la reconstrucción.

Berlín
Vivienda de la activista Bárbara Farrat tras el derrumbe del techo.
Vivienda de la activista Bárbara Farrat tras el derrumbe del techo. Cortesía de la entrevistada

El pasado jueves 11 de abril colapsó el techo y una pared lateral de la casa de la activista Bárbara Farrat, madre del ex preso político Jonathan Torres Farrat, uno de los menores de edad encarcelados en las protestas del 11 de julio de 2021 ocurridas en el municipio 10 de Octubre. 

El clima en La Habana estaba nublado y, aunque no llovía, se sentía el crujir de las maderas podridas de la casa. Farrat, su esposo, su hijo, nuera y nieto vivían en un cuarto de apenas cuatro por cuatro metros que construyó el padre de la activista en la azotea de la casa familiar, que era muy pequeña.

Después de más de 35 años dando cobijo a la familia, las vigas de madera colapsaron junto con el tejado por la falta de mantenimiento y la imposibilidad económica de sus habitantes para realizarle las reparaciones necesarias.

Mediante las redes sociales, Bárbara Farrat ha pedido ayuda para reconstruir el espacio. En estos momentos se encuentran viviendo en la casa de su madre, hacinados. 

"El cuartico mío lo construyó mi padre antes de que yo naciera. Es decir, si tengo 35 años, esto debe tener unos 38 años de fabricado. Yo soy nacida y criada en esta casa. Aquí también nacieron mi hijo Jonathan Torres Farrat y mi nieto Jonathan Torres Morales. Desde los 15 años de edad siempre ha sido mi pedacito", declaró la activista Farrat a DIARIO DE CUBA.

¿Qué posibilidades económicas tiene en estos momentos tu familia para afrontar los gastos de reparación?

En estos momentos no tengo presupuesto. Ni tan siquiera he podido comprar bloques o arena, que son las cosas más baratas. Cada bloque está en 200 pesos, las tejas están bastante caras. En estos momentos no he podido ni tan siquiera pagarle a un señor que nos ayudó a botar los escombros y lo que me estaba cobrando eran 500 pesos cubanos. En estos momentos, si no ocurre un milagro, yo no tengo posibilidades de reconstruir mi cuartico. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero yo no tengo esperanzas porque no he podido comprar nada. Yo tengo un nieto chiquito y el tema de la comida es tan difícil que no se puede estar en dos cosas si no tienes una ayuda.

¿Cuánto estiman que pueda costarles las reparaciones?

Eso es una pregunta que no sé ni cómo responderte. En estos momentos un saco de arena está en 300 pesos, un saco de cemento doble está en 7.500 pesos. Las tejas oscilan entre 4.000 a 5.000 pesos, porque nunca soñar hacer el techo de cemento. Nos hemos tomado el trabajo de medir, pues mi cuartico estaba muy viejo. Uno le pone esperanzas a que esas cosas no sucedan, pero se me cayó el techo completo. El cuartico tenía muchas ventanas que estaban podridas; entonces, para sustituirlo, lo más barato es poner bloques. Verdaderamente no hemos cogido ni papel ni lápiz pues la cuenta es muy elevada.

¿Cuántas personas conforman tu núcleo familiar?

Mi núcleo familiar se compone por seis personas: mi esposo, mi mamá, mi hijo, mi nuera y yo.

¿Cómo se han reacomodado después del derrumbe?

Estamos abajo, en la parte de la casa de mi mamá. Estamos bastante apretados, bastante incómodos dado que no caben casi las cosas. Esto por la noche tiene tremendo grado de locura, dado que si tienes que ir al baño tienes que pasar por encima de las camas. La casita de mi mamá es bastante pequeña y se compone por un cuarto una sala y una saletica que fue donde puse la cocina para que no entrara tanto el vapor para adentro. En la sala tenemos puesto los colchones. Nunca pensé que a estas altura del campeonato me iba a pasar esto.

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